La fama es una opinión o valoración que tenemos las personas sobre objetos, animales y personas. El sinónimo que hoy día podemos asignarle mejor es el de reputación.
Por lo que refiere a las personas, esta reputación no es más que un fenómeno social que se ha ido cultivando gracias a la trayectoria profesional o personal del «famoso». Es más, para que exista la fama se tienen que reconocer las cualidades y los méritos de dicha persona, y además, que se hable de ellos a través de múltiples canales de comunicación.
Historia de la Fama, versión lite
Tabla de Contenidos
Hasta hace unos siglos, la fama se conocía gracias al boca a boca. La gente admiraba a personajes de los que escuchaba hablar sus hazañas y que muchos de ellos los encontramos en la literatura o en los libros de historia.
Más tarde, y con el paso de los años, la fama se adquiría a través de los primeros medios de comunicación como la prensa, revistas y la radio, cuando ésta llego a las poblaciones. Pero, sin duda, la auténtica fama es la que proporcionó la televisión.
Ya no era cuestión de escuchar o ver en una viñeta las cosas de un personaje o varios de ellos, sino que por fin los podías ver «en vivo» y observar sus cualidades, y además saber que era cierto para tu seguridad moral. Ahora en pleno siglo XXI, internet te da la fama.
No importa lo que hagas o a lo que te dediques, tu fama se consigue a través de internet. El formato vídeo, heredado de la televisión, y las redes sociales malditas para unos y bendecidas por otros, son las herramientas que pueden catapultar a la gente a ser concebidos como alguien famoso. Youtube, Vine, Periscope son la alegría para muchos amantes del vídeo, pero también, conlleva a hacer creer a mucha gente que pueden ser famosos y vivir del cuento de por vida. Y no todos saben hacerlo.
El problema de las personas con los famosos
¿Qué es lo malo? Que al final hay méritos que no se valoran porque no despiertan interés. Digamos, y seamos claros, que los descubrimientos científicos o el voluntariado o esfuerzo de algunas personas en su profesión está menos reconocido que una caca en un lavabo, mientras que un youtuber, un futbolista o un cantante malo y sin personalidad, son aclamados por las masas y además de fama le proporcionamos fortuna en forma de dinero.
Pero esto es lo que hay, no seamos falsos. Tu padre o tu madre trabajan para una empresa cuyos jefes son capaces de no pagar a los empleados unos meses y, en cambio, gastarse medio presupuesto del negocio (con el que se puede pagar a tus padres) para que un famoso anuncie su producto. ¿Y por qué sucede esto? Porque hay personas idiotas gobernando los departamentos de publicidad y calentando las sillas de una forma bárbara para llegar a la conclusión de que el éxito de algo se consigue haciendo lo mismo que todas la masas de personas hacen. Y eso proporciona fama y reputación….y ventas, como no.
¿Quieres algunos ejemplos? Pues mira los videoclips, son clones sin sentido. Si algo sale bien, todo igual. Fíjate también en la televisión: si Walking Dead triunfa, pues haremos series de zombies, juegos de zombies y películas de infecciones. ¿Qué está de moda hacer deporte? Pues todos los anuncios de productos resulta que sirven para correr y estar sano: relojes, ropa, cámaras, drones,…¿Qué quieres un seguro? Pues siempre va a salir un bebé y una madre encantada…y nunca a alguien que le han detectado un cáncer y necesita hacerse pruebas diagnosticas.
Nos estamos olvidando de ser humanos. ¿Hasta cuándo estaremos así? ¿Acaso no te das cuenta que tú puedes ser mejor que ellos? Las cualidades de cada persona es lo que les hace diferentes…y su cara también.
Reputación online: la vida más allá de los LIKES
La reputación online no existe. La única reputación que existe es la personal. Todo lo demás es un sucio invento promovido por aquellos que quieren que consumas, que utilices sus productos y que hagas cursos para formarte. Es triste ver como los departamentos de Recursos Humanos (RR.HH) en vez de entrevistar a la gente y que les demuestre sus cualidades cara a cara, se dedican primero y como prioridad a rebuscar en los perfiles sociales para ver su grado de influencia y determinar cómo es esa persona.
Si se guían por ese parámetro, ellos mismos demuestran su ineptitud. Y estoy seguro que algunos de estos trabajadores se envían cartelitos en facebook del tipo «las apariencias engañan» o «yo valoro a la gente por su interior».
¿Desde qué momento los likes y me gusta son tan importantes para trabajar? ¿Desde que momento los likes pueden condicionar nuestra propia vida? Pues bien, tú que estás leyendo es probable que hayas estado pendiente de que cuando publicas algo has estado mirando de forma contínua si crecían los likes y shares de tu muro. ¿Y qué pasaba cuándo no subían y la gente no mostraba interés? Te derrumbas y piensas que eres un fracasado o una fracasada social.
Pues tengo buenas notícias para ti. Fracaso es quedar una tarde y en vez de hablar y disfrutar, quedar para irse a algún sitio chulo y hacerse cientos de fotos para subir a Instagram, Facebook, Twitter o algún grupo de Whatsapp. ¿Qué demuestras con eso? ¿Qué te lo estás pasando bien? Mentira, si hasta te sobra tu acompañante pero lo necesitas para que te haga las fotos. Lo mismo se aplica a los supuestos «deportistas». Yo no soy tu jefe, así que no hace falta que me justifiques cada día lo que has hecho hoy o los kilómetros que has recorrido. Haz tu cosas y yo las mías.
Compartir es bonito….y más si te lo entregan en mano o en forma de beso o amistad. Lo demás, es falso. Fíjate el último caso, el de Essena O’Neil, una de las mayores esclavas de Instagram que al final ha tenido que decir que NO lo estaba pasando bien en ninguna foto.
De todas formas, cobró su dinero por promocionar cosas y ahora, si de verdad quiere dejar las redes sociales, pues con abandonarlas ya es suficiente. Escribir y lamentarse está bien, pero no utilices de nuevo las redes sociales porque se te ve el plumero de que quieres conservar la fama.
Conclusiones sobre la Fama
[infobox style=»alert-custom red»]
- La fama no es tuya, te la dan y te la mantienen los demás.
- Si buscas la fama, piensa cuáles son verdaderamente tus cualidades
- Antes de hacerte un selfie, piensa por qué lo haces. Si es por tu escote, tus ojos grandes o por tu bíceps, lamentablemente, no podrás pensar
- Como todo, llegará un día en pocos años, que todo esto cambiará, pero los errores digitales se pagarán muy caros
- Las redes sociales no son el cielo de la fama. Como algunos sabéis, todos vuestros deseos y muros están encerrados en ordenadores propiedad de otras personas que te manejan como quieren
- La nube de internet no es nube, pasa cada día por debajo del agua de los oceános, en el cableado que mantiene internet viva desde hace más años de los que crees. El agua sí que es vida.
- Disfruta de un baño, un paseo o siéntate y recapacita. Si tienes menos de 25 años, no hagas caso a este post, de momento.
[/infobox]