Ya que Google ha dedicado un Doodle al incidente de Roswell sucedido en 1947, vamos a hablar de este interesante caso, piedra angular del fenómeno OVNI de nuestros tiempos y casi la base funcional de muchas películas de Hollywood y de grandes conspiraciones.
Lo primero de todo, ¿qué pasó en Roswell el 2 de Julio de 1947?
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En las cercanías de una granja de Nuevo México, una nave espacial u objeto volador no identificado se estrelló contra el suelo. Varios días más tarde de ese suceso, las autoridades y los medios de comunicación concluyeron que el misterioso objeto no era más que un simple artefacto, un globo aerostático, de esos que lanzan en las Universidades y que incluso Google los tiene en el aire desde hace unas semanas para probar el wifi extremo en zonas de poca cobertura.
Pero habían cosas que no cuadraban: hubieron testigos silenciados, existía una muy escasa información entre el día en que se estrelló el platillo hasta que salió publicado en la prensa, también la zona quedó restringida por militares y, en definitiva, hubo un ocultismo total al respecto. Y todos estos factores hicieron saltar la alarma de los más curiosos y los que también empezarían la carrera de ufólogos.
Varias versiones para una mentira
El ejército de los Estados Unidos tampoco se aclaró al respecto, sino que complicó el tema cuando estaba ya casi enterrado. La primera versión del tema fue que, en plena guerra fría, la defensa era fundamental y no querían que los soviéticos hiciesen pruebas atómicas cerca de territorio americano. Por eso, se inició el proyecto Mogul que no era más que el lanzamiento de globos aerostáticos que captaban bajas frecuencias de sonido a largas distancias. Una de las sondas, parece ser, que se estrelló cerca de Roswell, concretamente el vuelo número 4.
Años más tarde, con el caso Roswell ya cerrado, el ejército comentó que hicieron pruebas con pequeñas naves aerodinámicas en las que recreaban tripulación con dummies puesto que el objetivo era estudiar el aterrizaje de los astronautas que viajaban al espacio. Lo peor que hicieron es no consultar las fuentes de información: dataron los inicios de estas pruebas en 1953 cuando el incidente tuvo lugar en 1947.
Este desfase temporal fue justificado con la pérdida de memoria de los testigos que no se situaban bien con las fechas, pero la verdad es que existían por entonces copias bien conservadas de los diarios de la zona y que claramente constataban la noticia del famoso caso del objeto que se estrelló en 1947.
Un verdadero OVNI en nuestro planeta
Sin versiones oficiales de China, Rusia o Brasil, la información más cercana y verídica que existe es la de Roswell. Lo de verídica es porque allí se estrelló algo: que fuese humano o estuviese tripulado por seres extraterrestres ya es otra historia.
La versión de mucha gente, incluidos varios testigos, fue que una nave que no tenía forma redondeada, se estrelló con su tripulación en el desierto de Roswell. Como sucede en las películas, pronto llegó el ejército, acordonó la zona, desalojó todo tipo de pruebas y clasificó los documentos.
Uno de los testimonios de más valor por entonces fue el de Philip James Corso, un teniente coronel que aseguró que en 1947 la CIA fundó el Majestic 12, un organismo secreto del gobierno que pretendía recabar toda la información posible sobre las visitas de los alienígenas, y en la que participaban miembros de distintas nacionalidades, incluso la alemana (sorprendentemente por aquella época).
Corso fue testigo de las cajas que contenían los cadáveres de los extraterrestres pero además tuvo en su poder algunos objetos que le acompañaban y que estaban a años luz de nuestra tecnología. Estos objetos curiosos eran:
- un visor nocturno
- una especie de casco mental que podía responder a ondas electromagnéticas
- un láser o instrumento quirúrgico que «cortaba» materiales
- trozo de un traje metálico y aislante
- varios chips integrados
- diversos cables conductores
Según la versión del teniente, estos objetos fueron analizados en secreto por varios laboratorios externos pero privados que trabajaban para el gobierno. En ellos se determinó su función y mediante ingeniería inversa se proporcionó una utilidad y una nueva visión de la tecnología. Es muy curioso porque a partir de estas fechas, el despegue de la tecnología, el armamento y las computadoras fue exponencial, sobretodo porque los chips integrados revelaron cómo se tendría que transmitir la información a partir de entonces. La verdad que esta teoría no deja de sorprender.
La cinta de la autopsia de Roswell
Tras varias décadas en el olvido, en 1995 y ya con 82 años, Jack Banett excámara de las USAF (Fuerzas Aéreas de los EE.UU) dijo que tenía en su posesión las cintas en las que filmó la recogida de los cuerpos y su posterior autopsia. La cinta se visualizó ese mismo año en Londres gracias a un productor, y esto es lo que pasó:
[youtube_video]http://www.youtube.com/watch?v=kjp_K3VXoLI[/youtube_video]
Como conclusión, los expertos de todo tipo de materia (efectos especiales, médicos, antropólogos, etc…) dijeron que el vídeo era un timo, vamos, una falsa y esto fue corroborado por Kodak, que confirmó que esa cinta y sus materiales no correspondían con la década de los años 40 o 50. Así que, a partir de entonces, el caso Roswell se convirtió en un bulo y en una estafa….almenos para una inmensa mayoría.
Roswell en la actualidad
Pues como todo sitio dónde pasa algo, se convierte en un centro turístico. Y eso es en lo que se ha convertido. Cualquiera que pase por la zona puede comprar merchandise de los OVNIS y los hombrecillos pequeños de cabeza grande y ojos brillantes como almendras. Si eso fue mentira o no, parece que nunca lo sabremos a ciencia cierta. Tocará esperar que algún día, tipos como Snowden o Assange presenten pruebas de este tipo y dejen al descubierto lo que nos tienen preparado con respecto a este tema.
Ese verano de 1947, allí pasó algo. Quizás vinieron desde muy lejos, quizás siempre han estado aquí y solamente eran viajeros temporales a juzgar por los instrumentos que llevaban, o bien, fueron la mayor invención para convencer a las personas de que miren hacia arriba y se den cuenta que somos muy pequeños, y posiblemente, no estamos tan solos.