Cómo pararle los pies a un manipulador
Aunque sea algo de lo que no seamos conscientes, estamos rodeados de personas manipuladoras y si no lo estamos en algún momento de nuestras vidas lo estaremos. Pueden ser amigos, nuestras parejas, compañeros de trabajo, nos la podemos encontrar en cualquier sitio. Son personas que de modo u otro controlan nuestras vidas ya sea por beneficio propio o por la simple satisfacción de saber que pueden hacerlo. Las personas manipuladoras son personas egoístas a las que nadie les importa salvo ellos mismos y no les importa el daño que pueden provocar en los demás si van a lograr algún tipo de beneficio con ello.
Utilizan nuestros buenos sentimientos para intentar darnos lástima, una arma de la que se sirven para controlarnos. En general son buenos actores que saben esconder cuales son sus verdaderas intenciones, pero cuando se les va de las manos y no pueden camuflarlo, le dan la vuelta a la situación para hacernos ver que ellos no son los culpables de la situación y que solo son unas pobres victimas de lo que ha ocurrido. Generalmente esconden un comportamiento violento del que solo dan muestra cuando no consiguen salirse con la suya.
Juegan con nuestros sentimientos de empatía para poder dominarnos y hacer con nosotros lo que quieren. Hacen que cuando estemos con ellos no seamos nosotros mismos, como si hubiera que ir de puntillas alrededor suyo por temor a sus reacciones. Nuestros problemas no les importan nada pero ellos siempre nos cuentan los suyos para seguir interpretando el papel de victimas que tanto les gusta. Tenemos que tener una cosa muy clara con esta clase de personas, nunca van a cambiar por lo que mejor que podemos hacer es alejarnos de nuestras vidas, poner nuestras necesidades por encima de de las suyas y dejar de tener relación con ellos porque no son una buena influencia para nosotros. Si son compañeros de trabajo o familiares es más complicado hacer esto, pero intenta que tu relación con ellos sea la menor posible y nunca fuera del lugar de trabajo o más allá de compromisos familiares.
Cómo detectar a una persona manipuladora
Las personas manipuladoras gozan de 6 características que los hacen únicos y que se describen en la siguiente lista:
Cómo defenderse de un manipulador
- Protege tu identidad: no proporciones toda tu información de golpe, no le digas que quieres hacer en un futuro ni cuáles son tus deseos más profundos. Si se lo cuentas, exígele que haga lo mismo. Por ejemplo, si te pregunta a qué te dedicas, entonces debes preguntarle a qué se dedica también.
- Guarda las distancias. No proporciones confianza. Si de repente alguien quiere quedar cada día para tratar un tema o crees que es una amistad intensa, no le abras la puerta así como así. Tiene que notar la distancia. Dile que estás ocupado u ocupada con otros temas. Que el manipulador note que no le prestas la suficiente atención. Que perciba que es secundario para restarle fuerzas. Y si algo no te convence: “No tengo más tiempo, lo siento”. La mejor frase para poner el freno de mano a una relación con personas tan tóxicas como ellas.
- No te alteres si el manipulador no quiere hacerse responsable de algo. Acuérdate que trabajan muy bien las emociones, así que utilizarán gritos, expresiones en tu contra y forzarán situaciones de pánico y miedo. Si mantienes un estado sereno no pueden saber tu siguiente paso o hacia dónde va tu conducta. Se trata de causarles una desorientación. Si ellos te dicen “eso es culpa tuya”, puedes afirmar en sentido irónico y con una buena sonrisa “Sí, soy culpable de todo, voy a ir a juicio”. Ya verás que cara se le queda ya que tendrá que recurrir a otra herramienta de persuasión.
- El manipulador siempre aparenta estar bien. Pregúntale varias veces:” ¿Cómo estás? ¿seguro que están bien? NO me lo creo”. Asume tú un poco de rol de manipulador para que vea que tú también conoces de que va el tema.
- Si la manipulación se produce en un entorno laboral: ignora. Nunca dejes que el miedo se apodere de tu situación. Piensa, ¿no es mi salud lo más importante? ¿No es mi salud la que me permite vivir? ¿No vivo yo una sola vez? ¿Este problema me va a representar una barrera en mi maravillosa y única vida? Plantéate un gran NO como respuesta. Y si no, se lo explicas en voz alta.