La vida es el más preciado valor del Universo que nos rodea, esté gobernada por leyes, por un Dios o por una inteligencia superior bajo una realidad que intentamos comprender e interpretar cada día que pasa.
Representa uno de los mayores misterios de nuestra existencia y, aunque la ciencia avanza y sabemos cómo sucedió la evolución del ser humano todavía no logra llegar al instante en que lo inorgánico decidió pasar al bando de lo orgánico para sobrevivir, perdurar y avanzar.
Cada uno de nosotros, tarde o temprano, queda atrapado en una crisis existencial en el que nos preguntamos por qué estamos aquí y cuál es el sentido de la vida. Y mejor todavía, ¿quiénes somos nosotros mismos?¿qué esperamos de nosotros mismos?.
Sin duda, esto no parece algo trivial y para encontrar alguna solución a este problema hay que recurrir a una mezcla grandiosa de libros de biología, antropología, filosofía o teología. El camino fácil es la religión, pero que sepas que, aunque debe ser respetada, sigue basándose en textos antiguos sin poder explicar cosas más fáciles de hoy día. Por eso, ciencia y religión no pueden competir si una de ellas se ha quedado con el freno de mano echado. La religión debe avanzar si desea dar un respuesta convincente o si no quiere que la ciencia la absorba en unos cientos de años (no es tan fácil cuando llevamos miles de ellos con distintas religiones).
Si por diferentes motivos que nada tienen que ver con el Universo, te encuentras de repente bajo esta situación de búsqueda es probable que muestres sentimientos de angustia, ansiedad, depresión o incluso miedo al plantearte la cuestión universal de la existencia y tu verdadero objetivo como ser físico o espiritual.
Resolver esto no es nada fácil y mucha gente trata de remediar este pensamiento bajo la acción de los fármacos y otro métodos terapéuticos, sea cual sea su origen. Pero, ¿esto qué tiene que ver con la vida? Mucho, y te lo explico.
¿Estoy limitado como ser humano?
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Cuenten lo que te cuenten la respuesta es tal vez sí. Cuando nos someten a grandes presiones y amenazas, nuestro limitado organismo aún por desarrollarse intelectualmente, reacciona bajo estímulos concretos que afectan las funciones como el sistema nervioso, por ejemplo. Estos estímulos pueden ser desde un accidente, una lesión, dolor crónico, una muerte cercana, amor o desamor, fracaso, ira, terror o cualquier situación que nos afecte en el entorno o conjunto social bajo el cuál estamos sometidos.
La reacciones o respuestas pueden ser varias y por eso lloramos, gritamos, nos da pena, nos da rabia, queremos matar, padecemos depresiones, síndromes bipolares y enfermedades. Estamos tan nublados con la situación en la que nos encontramos que si quitamos el «maquillaje» de todos los problemas, al final solamente queda esa pregunta, y que en muchas ocasiones nuestro cerebro desea evitar. ¿Acaso quién se suicida no opta por una última cuestión antes de proceder?.
Vivimos con los ojos cerrados y las manos atadas. Somos unas máquinas de imitar y copiar. Necesitamos ser aceptados socialmente y para ello son necesarias una pautas que, en ocasiones, no son propias del ser humano. Hemos dejado de evolucionar, la tecnología lo hace por nosotros. Y nos educan para que cuando recibamos los estímulos antes mencionados actuemos de una forma concreta sin salirnos de unos estrictos parámetros bien pensados para no alterar al resto de semejantes.
Esto lo vemos en la tele cada día: si matan a alguien, sed de venganza. Si muere alguien, proceder a una ceremonia según la religión. Si te encuentras a tu marido o mujer con otro, pues tirarle la ropa por la ventana, gritar, etc… Todo es «maquillaje» que simula una pauta de comportamiento. Y lo acatamos sin rechistar desde tiempos antiguos.
Hemos olvidado por completo quiénes somos e insistir en la pregunta: ¿Cuál es el sentido de la Vida? Las respuestas más coherentes serán las búsqueda de la felicidad, conseguir poder, dinero, conocimiento, ser recordado, hacer algo que contribuya a la especie, tener descendencia,…. Pero, ¿realmente se creó la vida para estas cosas tan limitadas? ¿Nos tenemos que conformar con parecer animales si se nos ha dado la oportunidad de ser conscientes de lo que nos rodea y tener capacidad de mejorar nuestra inteligencia?
[su_box title=»UN CAMBIO NECESARIO » style=»soft» box_color=»#F47555″ title_color=»#FFF» radius=»4″]Decir NO es el primer paso para encontrar el sentido de la vida. Desprenderse por fin de la visión que te has creado tú mismo o misma a partir de la visión que tienen los demás de ti. Es hora de dar un paso más.[/su_box]
La misteriosa suerte de Existir
Tenemos la gran suerte de existir. Pertenecemos a una vulgar luz brillante entre millones de galaxias. Justo la nuestra no se encuentra sometida a fenómenos físicos casi inexplicables y eso permitió que el paso de los billones y billones de años se formase piedra a partir de gas, dejando actuar de forma tajante a la Ley de la Gravedad. Encima, nuestra estrella nos situó correctamente y cuando la bola gigante era un planeta muerto, se rectificó su destino con el impacto de otro planeta que formó la Tierra y la Luna, y junto con los cometas nos dejaron agua y muchos minerales, entre ellos, el preciado carbono, el óxigeno y el nitrógeno. En realidad, es mucho más complejo, pero para eso existen buenos documentales en youtube o la wikipedia.
¿Y este párrafo anterior a qué viene? Viene a decir que tenemos la suerte de estar aquí y ahora. El tiempo no ha permitido la vida antes y nuestra propia historia ha exigido millones y millones de sacrificios para que ahora podamos estar sentados mirando el ordenador, o de pie mirando el celular. Las gracias finales no son de nuestros padres, sino de miles de padres, hombres y mujeres desconocidos que nos han traído hasta aquí. Esto le da a tu vida el primer punto de partida:
- Soy una casualidad que vive y tiene la suerte de percibir lo que me rodea (el famoso, «Pienso, pues existo»).
- Soy consciente, pienso y puedo evolucionar.
Este punto es el vínculo más profundo e interno, pues cuando nos «sentimos vacíos» y deseamos encontrar algo que nos llene y proporcione ese sentido, lo único que sabe nuestro ser son estas últimas frases. Piensa que el mayor «infierno» que puede existir es estar «muerto» en vida. Así que la muerte, de momento, queda en un segundo plano.
Lo mejor de este punto de partida es que ya tenemos un objetivo aunque no lo sepamos: «ganar». Con un vacío no hay nada que perder, así que la solución es ganar, es decir, obtener algo como ser vivo. Nadie dice que sea algo material, ojo.
Pasos para encontrar sentido a la vida y cambiar como persona
La sensación de vacío existencial provoca una necesidad. Tienes un camino que recorrer pero no lo sabes todavía. No es algo que el destino o el Universo hayan creado para ti. Simplemente, te acabas de identificar como un ser vivo consciente y el primer objetivo eres tú. Todo lo que te rodea es lo que debes comprender, pero primero tú (no estoy hablando como el «primero yo» de la gente egoísta que tanto nombramos en la web,no).
El tú debe escuchar y consultar siempre con él mismo. No dejes que otros lo hagan por ti. Debes creer en tus acciones y creer en ti. Hasta aquí la parte que más te explican cuando acudes a un terapeuta, un psicólogo, el psiquiatra o un programa cualquiera de la tele.
Existen muchos consejos pero te voy a dar algunos básicos:
- Detecta las personas que pueden cubrir tus necesidades más vitales (afecto, cariño, amor, ayuda,…) y comunícate con ellas en todo momento, y si tienes que que agradecerles algo, házlo pero verbalmente, nada de whatsapp ni facebook. Esto el primer enlace con el conjunto social. No vayas a por otras personas que nunca te han tenido en cuenta. Esto es el fallo más frecuente.
- Piensa en lo más te gusta o te gustaría ser. Ten ese sueño en todo momento, aunque tengas que trabajar en otra cosa o estar con las personas que no deseas.
- Por la mañana, levántate y piensa en la suerte de existir pero lo corta que es la vida. Comprende que las 24 horas de día se estrechan mucho y pasan muy rápido. Aunque sea la rutina de cada día, márcate como objetivo detectar algo diferente que pase durante este día aunque sea una tontería.
- No discutas cosas que no van a darte un beneficio ni sirvan para mejorar como personas. Discutir por política, un chismorreo o un partido de fútbol no llevan a ningún sitio pero te convierten en un troll de grandes dimensiones. Tampoco tienes que callar como un tonto o una tonta cuando haya una discusión. No hay que demostrar debilidad, pues somos un ser vivo que quiere encontrar su espacio, nada más. Así que te limitas a un: «No estoy de acuerdo con lo que dices. Pero sigue, que te escucho…».
- Encuentra la paz con tu pasado. Analiza cómo llegaste a esta situación. Perdona tus acciones o la de los demás. Olvida y haz un reset. Ahora que has decidido emprender un nuevo camino no puedes traer los baches y la gravilla contigo.
- Olvida la opinión sobre tu cuerpo externo, piensa que es tu cerebro el que manda y, en definitiva, eres tú. El organismo es un mecanismo de acceso a la información que éste desea. Ahora bien, cuanto mejor cuidado esté, mejor percibe el cerebro.
- Tu nuevo camino no es el futuro tampoco. Intenta no medir el tiempo o restarle la máxima importancia.
- Nunca tomes estas líneas como algo que te hace superior o especial a los demás. Los demás deben ser respetados como hasta ahora. Los que son un bloqueo para ti, deben ser ignorados.
- El día se puede gestionar. La única forma en que ves a tu verdadero yo es cuando estás solo o sola. Necesitas pasar mínimo 15-20 minutos al día en soledad para sentir tus sentimientos y pensar tus pensamientos.
- Disfruta de cada momento que te arranque una sonrisa. Disfruta del amor.
- Date a ti y no a un Dios, las gracias por la existencia. Eres tú quién la hace posible, quién interacciona, quién dirige el camino. Si algún día alguien nos revela que el Universo ya estaba tejido, entonces hablaremos de otra cosa.
¿Crees que estos son unos consejos para darle un sentido a la vida? Sí, pero no todos. Quiero ser realista con la verdadera vida y puede ser de ese grupo de personas que ha sufrido las consecuencias de algo, le han abandonado, tiene rabia por algo o desea venganza por unos hechos. Estos consejos que encuentras en los blogs son válidos para iniciar una fase íntima y personal, y enfocar esa energía interna hacia el otro lado.
Esto queda muy bonito si lo plasmas en un cartel u otro blog. Pero, ¿si eres del grupo de personas que no tiene nada para comer? ¿o qué está combatiendo un cáncer u otra enfermedad de dudoso pronóstico? El sentido de la vida no se convierte en un modo de vivir, ni en ningún objetivo cuando ya no se espera nada de ella. ¿Qué queda, entonces? ¿Esperanza? ¿Fe?.
Como sabrás, el título no ha podido satisfacer a todos los que habéis llegado hasta aquí leyendo. Mi visión personal es que será el propio Universo quién nos proporcione una respuesta. ¿Cuándo? El tiempo no es importante. Antes de nacer ya estábamos en paz.